AUSTRALIA DISFRUTA DE UNA APERTURA QUE POR MUCHOS AÑOS FUE DE ARGENTINA

Luego de seis años, el Gran Premio de Australia abre el calendario. Una fecha especial que en las décadas del 50 y 70 se corrió en nuestro país.

Como toda primera vez, dentro de la Fórmula 1, tienen su atractivo especial e inigualable, las carreras que abren cada edición del Campeonato Mundial. Es que son las que generalmente acumulan la mayor cantidad de expectativas. Porque empujados por la lógica curiosidad humana los ansiosos hinchas quieren ver los flamantes modelos con sus renovados colores, a los pilotos que llegan, a los que cambiaron de equipos y al mismo tiempo, comprobar en caso de existir, como funcionan los cambios reglamentarios tanto los técnicos como los deportivos. En fin, es un momento de ilusiones generales, aunque muchas resulten efímeras. Igual, como en la vida, siempre vale ilusionarse, aunque sin dejar de lado la realidad.

Por vigesimotercera vez en su historial de 39 ediciones, el Gran Premio de Australia disfruta de este privilegio de poner en marcha la temporada de la máxima categoría No lo tenía desde 2019 y lo recuperó por la coincidencia de estas fechas con el Ramadán, una tradicional celebración religiosa del mundo árabe. Su prioridad le cortó la posibilidad a Bahrein de enhebrar su quinto inicio consecutivo. No tardará en recuperar ese lugar respaldado por los millones de dólares con los que el mundo árabe ha irrumpido en muchos deportes.

Igual por un buen tiempo, Australia conservará ese lugar de privilegio entre los países donde la Fórmula 1 abrió sus campeonatos. Su escolta inmediato es nada menos que Argentina que 15 veces inauguró la temporada, siempre en el actual Autódromo Oscar y Juan Gálvez, aunque con distintas denominaciones.

Argentina estuvo instalado hasta 2012 en el ese lugar que ocupa Australia Primer destino sudamericano en el historial de la Fórmula 1, el Gran Premio de la República Argentina fue un clásico en los eneros de los 50 a partir de la inauguración del Autódromo Oscar y Juan Gálvez y el atractivo que imponía la presencia de Juan Manuel Fangio, ganador en 1951, 1955, 1956 y 1957. Hubo una pausa en los 60. Con la llegada de Carlos Alberto Reutemann volvieron las aperturas en Argentina en los 70 y principios de los 80. Precisamente la edición de 1980 fue la última que inauguró un campeonato. En 1981 la carrera criolla resultó la tercera detrás de Long Beach y Brasil,. El retiro de Lole impuso un nuevo paréntesis hasta 1995 aunque esta vez tampoco pudo conservar el lugar de apertura perdido ante Brasil (1995/1996) primero, y Australia, (1997/1998), después, ante la mayor continuidad de ambos países en los calendarios.

Sin lugar desde 1999, se lo extraña al Gran Premio argentino y también a esas aperturas de campeonatos. Eran tan atractivas y lindas, como toda primera vez