Parece incontenible, y para algunos, exagerado y preocupante, el avance de los árabes en el deporte mundial. Así lo prueban la cantidad de deportistas y espectáculos deportivos “capturados” por equipos, organizaciones y empresas de Oriente Medio en base a irresistibles y millonarias ofertas en dólares.
El automovilismo no es la excepción. Por el contrario, fue uno de los primeros, con aquel recordado aporte de Albilad Saudia a Williams, que desde fines de los 70 proyectó al equipo del recordado Frank a los primeros planos y la conquista de muchos triunfos y varios títulos.
El paso del tiempo potenció esas inversiones. En los últimos años, las principales fueron las de Aramco y Maaden en Aston Martin, y con el Fondo de Inversión Pública (FIP) en la construcción del nuevo circuito de Qiddiya; tendiente, en el futuro, a reemplazar al trazado de Jeddah, que este fin des emana alberga la tercera edición de Gran Premio de Arabia Saudita de Fórmula 1.
Con estos antecedentes, y en la antesala de la fecha mundialista, comenzó a circular el rumor sobre la posibilidad que Arabia forme un equipo propio de Fórmula 1 o adquiera alguno de los actuales. “¿Por qué no?” fue la particular respuesta del príncipe Khalid bin Sultan Al-Abdullah Al-Faisal, presidente de la Federación Saudí de Automovilismo, ante la pregunta sobre el tema y la posibilidad que, por intermedio del propio Reino o el Fondo de Inversión Pública, Arabia Saudita gane terreno dentro de la Máxima.
«Tenemos mucho interés en la idea. Ya somos anfitriones de la Fórmula 1, patrocinando equipos y por eso no me sorprendería tener un equipo saudí. Personalmente me gustaría ver un equipo saudí y que si alguna de las empresas saudíes participa desearía que lo hicieran bien y tuvieran éxito» agregó Khalid.
Este entusiasmo no le hizo desconocer lo dificultoso del camino rumbo a ese objetivo, que como bien dijo implica decisiones complejas, como elegir la estructura adecuada, el socio idóneo y un equipo de gestión competente.
Otro escollo a sortear por este proyecto en insertarse en el limitado grupo de equipos .«Sólo hay lugar para 11 ó 12 equipos, pero también potencialmente existen uno o dos que podrían estar a la venta en el futuro”, comentó el príncipe, dejando abierta las alternativas de la creación de un equipo propio o la compra de uno de los actuales.
Según las versiones, Aramco Honda cubriría la primera opción, mientras que Aston Martin es el apuntado para una compra que incluiría una fuerte inyección económica con intenciones de contratar a Max Verstappen, nada menos. Es que como dijo el príncipe “si vamos a entrar con un equipo queremos hacerlo con lo mejor…”. Y qué mejor que tener como piloto el cuádruple campeón mundial.