El futuro confirmará a o no, las condiciones de visionario de Rene Arnoux, aquel simpático piloto francés que a fines de los 70 y principios de los 80, estuvo en los primeros planos de la Fórmula 1 con sus pasos por Renault y Ferrari, como destinos más destacados.
“La campaña deportiva de Fernando Alonso está llegando a su fin…”, largó Arnoux, de actuales 76 años, en declaraciones a la Gazzetta dello Sport. “Verlo que no está peleando con su compañero Stroll, que no es de su mismo nivel, dice muchos sobre sus motivaciones”, agregó como explicación.
Como en sus tiempos de corredor, Arnoux no tiene un perfil muy alto y por eso estas declaraciones parecen estar despojadas de un tono sensacionalista. Igual son para seguir con atención y no sólo para pensar en fines del 2026 como fecha para ese posible retiro de Alonso, sino algo más adelante. Tal vez al termino de esta temporada, quizás un poco antes…
Los rumores surgidos en el ambiente aseguran que el retiro de Alonso es cuestión de días y el piloto español ya lo tendría decidido. Sabe que, con 43 años, sus tiempos en la Fórmula 1 se van achicando y no darían para esperar el nivel competitivo del Aston Martin diseñado por Adrian Newey, que en el mejor de los casos estará disponible en 2027 para tratar de concretar el sueño del tercer título mundial de Alonso. En esa temporada Fernando cumpliría 46 años.
También Alonso es consciente de las cada vez mayores dificultades para hacer frente a las exigencias físicas que demanda ser piloto de Fórmula 1. Los dolores en la espalda, después de cada carrera, y la rigidez del cuello duro al despertar, son consecuencias que Fernando sufre cada vez más y le han llevado a comentar a sus conocidos que “creo que son señales que manda el cuerpo y hay que tomarlas en cuenta…”.
Y acá no termina la historia. Queda la incógnita de saber quién ocupará el lugar de Fernando en Aston Martin. Max Verstappen es el elegido, tentado por la presencia en Aston Martin de Adrian Newey, el diseñador de los Red Bull que le dio tantos títulos y triunfos al neerlandés, y una multimillonaria oferta económica, que según Juan Pablo Montoya “es imposible rechazar…”.
