Max Verstappen ha completado el magnífico trabajo que inició el sábado logrando la pole position con una victoria contundente en el GP de Italia, celebrado esta tarde en Monza. Con una mezcla de decisiones acertadas por parte de Red Bull y la magia de un piloto que siempre demuestra por qué es tetracampeón del mundo, Max ha aplastado a los dos McLaren, relegando a Lando Norris a veinte segundos, un mundo.
La largada ha sido complicada para el holandés. Ha tenido que ceder la posición a Norris, pero a partir de ahí ha impuesto un ritmo endiablado que le ha llevado a distanciar a los McLaren y dar la primera victoria a Laurent Mekies como Team Principal después del adiós de Christian Horner.
Los McLaren, con un reglaje con más carga aerodinámica que sus rivales, se han visto sorprendidos. En el pit stop de Norris los mecánicos tuvieron un problema con una rueda y Oscar Piastri adelantó a Lando. Desde el muro ordenaron el cambio de posición, que Piastri acató deportivamente. Imagino que, dentro de su mente, el australiano rezará para que al final de temporada no eche en falta estos tres puntos.
Ferrari no ha podido dar una satisfacción a sus tifosi. En un circuito más favorable para las máquinas de Maranello, los bólidos rojos, decorados especialmente para celebrar el 50 aniversario de la victoria de Niki Lauda en el Mundial de 1975 en esta pista, no han podido pasar de la cuarta posición (Charles Leclerc) y la sexta (Lewis Hamilton). Ni siquiera en una jornada negativa de los bólidos papaya pudieron aspirar a una victoria, que se les niega desde el inicio del campeonato. Hay que concentrarse totalmente en el auto del próximo año y simplemente defender la segunda posición en el campeonato de constructores.
En medio de los dos Ferrari se ha colado George Russell. El Mercedes era el auto con mayor carga aerodinámica y, además, sufría con la gestión de los neumáticos. Andrea Kimi Antonelli sólo pudo ser noveno en la carrera de su casa.
Destacar la buena carrera de Isack Hadjar, que largando desde el pit lane conquistó un merecido punto. Fernando Alonso rompió la suspensión trasera derecha al pasar violentamente por encima de un piano. Nico Hülkenberg no tomó la salida al verse obligado a entrar en boxes después de la vuelta de reconocimiento.
Carrera anodina de los Alpine. Aunque partían con estrategias diferentes, al final sólo un segundo separaba a Pierre Gasly de Franco Colapinto, demostrando que no hay más cera que la que arde. Veremos qué sucede en Bakú, donde la larga recta de meta puede poner en evidencia, una vez más, el déficit de potencia del motor Renault.
Destacar que Colapinto sufrió una leve indisposición al bajarse del auto debido, probablemente, a una bajada de azúcar. Sólo pudo atender a la TV e inmediatamente se refugió en el “hospitality” de Alpine, donde se recuperó satisfactoriamente.
Franco Colapinto en Monza: calambre, bronca y descompensación