VERSTAPPEN NO QUIERE SABER NADA DE LAS INDY 500 Y EL DAKAR

El cuádruple campeón mundial de Fórmula 1 reconoce que en esta etapa de su vida y campaña deportiva no tiene sentido correr riesgos en esas tradicionales competencias. En cambio, se anima a una prueba con un Porsche de Endurance alemán en el Nürburgring grande.

¿A cuántos aficionados al automovilismo les gustaría ver al cuádruple campeón mundial Max Verstappen en otra categoría que no sea la Fórmula 1, que desde hace un lustro lo tiene como dominador? Verlo correr en otras especialidades importantes como las 500 Millas de Indianápolis o el Rally Dakar.

Seguramente serán muchos quienes tengan esa interesante expectativa. De no cambiar Max de opinión, se quedarán con las ganas, ya que el neerlandés fue claro al asegurar: “No, no, no quiero correr las 500 Millas de Indianápolis ni el Dakar, no quiero hacerlo. Realmente no me interesan. Me gusta verlas, pero no es el tipo de carreras que me gustaría hacer después de la Fórmula 1. Las carreras con coches GT son duras, sí, pero no en el desierto, sino en condiciones normales”.

Max se extendió en la explicación para profundizar en el motivo de su rechazo a estas dos competencias tradicionales: “Creo que no vale la pena correr el riesgo de competir en esas carreras. Después de la Fórmula 1, ya he arriesgado mi vida lo suficiente durante muchos años. Así que es solo otro riesgo que, en mi opinión, llega un momento en el que ya no vale la pena tomar”, señaló Verstappen, dándole otro foco al tema.

El análisis de Max descarta el miedo. Suena ridículo hablar directamente del miedo real en un piloto de Fórmula 1. Hay algunos más audaces que otros, pero miedosos, no. Tal vez la diferencia se encuentre en el análisis más profundo que tienen pilotos como Verstappen, Hamilton o Vettel, ya consagrados y con abultadas cuentas bancarias a la hora de enfrentar riesgos superiores. Obviamente, los riesgos están en todas las carreras, pero en algunas como Indy y el Dakar están más visibles. Esto no pasa inadvertido para Max, que recuerda los casos de campeones mundiales y figuras de la Fórmula 1 como Alberto Ascari, Jim Clark, Bruce McLaren y Pedro Rodríguez, que se mataron en accidentes en otras categorías.

“No es miedo, pero siempre hay preocupaciones en la vida. En mi caso, están relacionadas con la familia, con los amigos. Sí, siempre hay cosas que crees que tienes bajo control y luego pasa algo. Típico de la vida. Pero siempre intentas controlar todo lo que puedes”, admitió Max, sensibilizado en los últimos meses por la llegada de su hija Lily, fruto de su relación con Kelly Piquet, hija del brasileño tricampeón mundial.

Pese a estas declaraciones, quienes quieran ver a Max sobre otro tipo de autos tendrán la oportunidad de hacerlo, ya que el neerlandés anunció su participación con un Porsche Cayman GT4 S en las pruebas selectivas y con una Ferrari 296 GT3 en la fecha del certamen alemán del Endurance Series a realizarse en el Nordschleife, la versión extensa del Nürburgring. No será lo mismo que verlo en Indy o en el Dakar, pero algo es algo.

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