Tormenta en los boxes de F1: inminente tsunami en Red Bull y cambios societarios en Aston Martin

El mundo de la Fórmula 1 pasa casi siempre por intensos movimientos entre bastidores. En estas semanas se supo que hay dos equipos atravesando situaciones complejas aunque por motivos muy diferentes. Son situaciones cuyas consecuencias se verán a medio largo plazo. En Red Bull, de manera soterrada pero persistente siguen los “tira y afloja” en torno a Christian Horner, Helmut Marko y Max Verstappen.

En Aston Martin ya han influido los problemas financieros por los que atraviesa la otra empresa controlada por el presidente del equipo de Fórmula 1, Lawrence Stroll, quien es también presidente de Aston Martin Lagonda Global Holdings, la fuente de cambios societarios, mientras la producción de coches de gran turismo es deficitaria.

RED BULL: TENSIONES INTERNAS

El equipo campeón del mundo parece estar sumido en un caos técnico organizativo que ni siquiera el cuarto título consecutivo de Max Verstappen ha logrado aplacar. En esta falta de rendimiento constatable en el RB21 de este año, tiene mucho que ver la salida de Adrian Newey, el que era el diseñador estrella del equipo, rumbo a Aston Martin.

Las filtraciones constantes a la prensa evidencian un ambiente enrarecido, con dos bandos claramente diferenciados: por un lado, Christian Horner, y por otro, Helmut Marko junto al «círculo de confianza» de Verstappen.

El caso reciente de Liam Lawson, degradado a Racing Bulls tras solo dos carreras, expuso las discordancias internas: la noticia se filtró a un medio holandés (De Limburger) incluso antes de que el mismo Lawson fuera informado. Muy probablemente esa filtracion provenía de la esfera de la familia Verstappen.

Hay una lucha interna aprovechada por medios periodisticos, en su mayoría holandeses, que obviamente por propia convicción o por sensacionalismo parecen defender los intereses del clan que orienta Jos Verstappen, el padre de Max.

Según ha comunicado a los periodistas amigos que «tanto Marko como Horner deberían abandonar sus cargos para salvar al equipo del caos». La situación se complica, además, por la prolongación del conflicto que Horner y Red Bull mantienen con una ex empleada que acusó al laureado “team principal” de “comportamiento inapropiado”. Horner se verá sometido a juicio en enero de 2026.

Otro factor de preocupación para Horner es el desarrollo del motor V6 de Red Bull Powertrains para el reglamento de 2026, financiado en gran parte por Ford. Según las fuentes internas, las pruebas que se han hecho sobre los mono cilíndricos del desarrollo no han conformado, encontrándose por debajo de las expectativas. Horner ha sido quien impulso esa inversión ante la anunciada salida de Honda (luego descartada) de la F1 y después que Porsche, que se interesó en Red Bull, propusiera aportar su motor a cambio de la mitad del equipo (algo que bien puede valer hoy en día más de 1000 millones de euros).

¿Y qué relación puede tener lo que está sucediendo en Red Bull con Aston Martin? Mucha: la decisión de Adrian Newey de irse de Red Bull, aunque recibió ofertas de Ferrari y se decantó por el equipo inglés, tenía mucho que ver con el poder real que iba a tener en Aston. Lawrence Stroll le terminó de convencer ofreciéndole, no solo el mando técnico absoluto sino, también, una parte de las acciones del equipo. Y en cuanto Honda se arrepintió de haber anunciado su retiro de la F1, ahí estaba Stroll (y Newey como herramienta de disuasión) para que los nipones decidieran dar sus motores a Aston.

ASTON MARTIN: REORGANIZACIÓN FINANCIERA

Enfrentándose a problemas financieros con su fabrica de coches de gran turismo, los que suele manejar “James Bond” en sus películas, Lawrence Stroll ha confirmado la intención de vender las cuotas minoritarias del equipo de F1 que están en manos de Aston Martin Holdings, mientras él mismo, simultáneamente aumenta su participación en la empresa automovilística del 27,7% al 33%. La idea es generar ingresos a Aston Martin Lagonda para sacarla del atolladero.

A través de su consorcio inversor Yew Tree, registrado en las Islas Vírgenes, Stroll invertirá otros 57 millones de euros comprando 75 millones de acciones a 80 centavos por acción.

Aun así, de ninguna manera cederá el control firme sobre el equipo de F1, ya que las acciones de la escuadra que se venderán, una parte menor, son las pertenecientes a Aston Martin Holdings.

¿HORNER A ASTON MARTIN?

La jugada de Stroll, quedarse con Honda y con Newey podría casi completarse si Horner saliera de Red Bull. Habría una fecha y sería en torno a finales de la temporada. Si los resultados no son buenos, de acuerdo a lo que el equipo está acostumbrado, podrían irse tanto Max Verstappen, tentado por Mercedes (y ¿porque no? por Aston) como Horner (por aquel asunto del juicio ya mencionado).

Horner, con su experiencia en la construcción de un equipo ganador y su habilidad para la gestión técnica y política, encajaría en la visión ambiciosa que Stroll tiene para Aston Martin.

¿VERSTAPPEN A MERCEDES?


Toto Wolff, el jefe de Mercedes-Petronas-AMG, necesita recuperar laureles para seguir contando con la confianza del directorio de Mercedes.

El austriaco, digno sucesor de Alfred Neubauer, que hizo campeón a Juan Manuel Fangio (en 1954 y 1955). La marca está comprometida con la nueva era reglamentaria para los motores de 2026 y es optimista ya que, desde 2014, cuando se cambio a la actual fórmula hibrida, dominó claramente durante 7 años. El asunto es como podría convivir George Russell con Max Verstappen visto lo que se “odian”. Verstappen podria aceptar a Kimi Antonelli y Russell tendría que emigrar, muy posiblemente a Red Bull, llevándose unos cuantos millones de dólares de consuelo.

Conociendo como maniobra el multimillonario Lawrence, seguramente abrirá negociaciones para situar junto a su hijo Lance al mismo Verstappen. Entonces, el vaciamiento de Red Bull quedaría completo.