RUSSELL: «SI LA CARRERA ERA EN SINGAPUR, NO HUBIESE PODIDO CORRER»

El inglés recordó el virus que lo afectó en Bakú y puso en duda su presencia en la carrera que finalmente lo vio llegar segundo. Reconoció que, de haberlo sufrido en un circuito con mayores exigencias, no le hubiese permitido correr el Gran Premio.

No siempre salir segundo tiene el sabor de la frustración. Muchas veces esa posición tiene su gran mérito y no representa «al primero de los perdedores», como proclamaba con su pragmático estilo, Carlos Bilardo, el técnico que, entre tantos logros, llevó a la Argentina a la conquista de la Copa Mundial de Fútbol en México 1986.

Pese a ser una persona de fuertes convicciones, tal vez Bilardo hubiese modificado parcialmente su posición en caso de conocer las circunstancias que rodearon el segundo puesto de George Russell en el Gran Premio de Azerbaiyán. Saber, por ejemplo, que el piloto inglés llegó a la carrera sumamente debilitado físicamente por un virus que lo afectó a su llegada a Bakú y lo tuvo a mal traer varios días, al punto de impedirle participar en las conferencias de prensa habituales en las jornadas previas. Por eso, y tras los entrenamientos del viernes, al ver su estado, Toto Wolff, director deportivo de Mercedes Benz, evaluó la alta posibilidad de dejarlo descansar y reemplazarlo por Valtteri Bottas, su experimentado piloto de pruebas.

«No estoy seguro de poder correr», contó Wolff que le contestó Russell el viernes, tras los entrenamientos, ante la consulta sobre su estado y ánimo para seguir adelante la tarea sobre el Mercedes Benz. Por suerte, y cuando Bottas ya comenzaba a probarse el antiflama, el estado de George mejoró. Pudo dormir bien el sábado por la noche y así quedó en condiciones para afrontar el Gran Premio.

«Tuve suerte de que esto me ocurriese en Bakú, que es un circuito duro, pero mental y físicamente uno de los más fáciles. Si la carrera era en Singapur, por ejemplo, creo que probablemente no hubiese podido correr…», fue el sorpresivo reconocimiento de Russell basándose en las mayores exigencias que a su flojo estado físico le demandarían los retomes y curvas cerradas del circuito de Singapur.

Con esa misma espontaneidad, George recordó su plan de carrera y el desarrollo que lo llevó a un segundo lugar que no imaginaba un par de días antes. «Creo que el segundo puesto fue simplemente la consecuencia de no haberme metido en líos. Además, todos los rivales con quienes luchamos habitualmente tuvieron problemas o cometieron errores, y así pudimos recoger los frutos de esas situaciones», explicó Russell.

Si bien en un primer momento, Toto Wolff lamentó que esta merma física de Russell le impidió presentarle lucha directa por la victoria a Max Verstappen, finalmente reconoció el alto valor del segundo puesto de su piloto. «George estuvo impresionante, teniendo en cuenta que el viernes por la mañana no se sabía si iba a correr», dijo. Bien por el reconocimiento, Toto.

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