¿Qué hay detrás de las declaraciones de Elkann?

En el post GP de Brasil, la noticia no ha sido la victoria de Norris ni la gran remontada de Verstappen. La noticia han sido las duras declaraciones de John Elkann a sus pilotos. ¿Qué se esconde detrás de las palabras del presidente de Ferrari?

El fin de semana pasado, además del GP de Brasil, en Bahrein se dirimía el Campeonato del Mundo de resistencia (WEC), antaño un campeonato que gozaba de la misma importancia de la F1. Estamos hablando de los años cincuenta, sesenta y mediados de los setenta, momento en que Ecclestone movió sus hilos para potenciar la F1 en detrimento de la resistencia. Ferrari engrandeció su leyenda gracias a sus triunfos en Le Mans y los épicos duelos con Porsche y Ford.

53 años después del éxito de la Ferrari 312PB allá en el lejano 1973, en Bahrein, Ferrari se proclamaba Campeón del Mundo de Marcas y de pilotos, después de ganar durante tres años consecutivos las 24 Horas de Le Mans con la fantástica 499P, en un proyecto personal del presidente de la marca del Cavallino Rampante.

Este éxito contrastaba, en el mismo fin de semana, con el desastroso fin de semana en Brasil. Del segundo puesto en el Campeonato de Constructores, con el que llegaba Ferrari a Sao Paulo, se despidió del circuito carioca en el cuarto lugar. Cierto es, que en esta ocasión, fue la mala suerte que jugó una mala pasada a los hombres de Maranello, pero el contraste entre un campeonato y el otro disparó la locuacidad de Elkann.

“Brasil ha sido una gran desilusión. Si analizamos la F1, nuestros mecánicos están ganando el campeonato de pit stops. Si analizamos a nuestros ingenieros, la máquina a mejorado. Si miramos el resto no está a la altura”.

“Es importante que los pilotos se centren más en pilotar y hablen menos. Tenemos todavía tres carreras por delante y podemos luchar por el subcampeonato de marcas”.

Palabras muy duras. ¿Pero cuál es el objetivo?. Ha salvado a los mecánicos, a los ingenieros, que según él han corregido alguno de los defectos que caracterizan a la SF-25. Creo que es el único que lo piensa, ya que hace algunas carreras que Ferrari cerró el desarrollo del auto, concentrándose en el 2026.

En definitiva, parecería que los únicos culpables son los pilotos. Es cierto que algunas de las declaraciones, tanto de Hamilton como de Leclerc, no han caído en gracia dentro del staff presidencial. Es cierto también que, en la mayoría de carreras, los jueves hacen actos de fe respecto a las prestaciones del fin de semana, y que al finalizar la carrera se quejan amargamente de un auto que cambia constantemente de comportamiento en función de la pista o la climatología.

Pienso, que la dureza de estas declaraciones, van dirigidas especialmente a Hamilton. Lewis llegó como un Mesías pagado a precio de oro y no ha conseguido ni un solo podio, a excepción de la victoria en la carrera sprint, que, como vemos cada fin de semana en que hay la carrera corta, no sirve para nada.

¿Está pensando Elkann en dar el pasaporte a Hamilton? ¿Está valorando subir al Ferrari a Bearman? ¿O quizás fichar a Russell? ¿Podría ser una decisión inmediata o esperar al 2026 teniendo en cuenta que entra en vigor el nuevo reglamento? ¿O, simplemente podría haber sido un calentón viendo como funciona el equipo en el WEC, al que ha alabado repetidamente por su unión y trabajo en conjunto?

¿Cómo reaccionarán Leclerc y Hamilton ante esta crítica? Quizás Elkann se ha excedido. La ropa sucia, es mejor lavarla en casa. Lo cierto es que no hay un clima de serenidad en la Gestione Sportiva en Maranello, y todo ello a las puertas, ahora sí, de entrar en una nueva época de la F1. 

¿Qué puede suceder si el proyecto 678, esta es la denominación técnica del nuevo proyecto, sigue sin ser competitiva?

Nos esperan días interesantes en casa Ferrari. Otro año en blanco podría desencadenar, a finales de 2026, una fuga de pilotos e ingenieros.

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