Después de la pole position lograda ayer sábado, el holandés Max Verstappen ha completado el trabajo ganando en Bakú con un dominio absoluto. Oscar Piastri, después de una fatídica salida al adelantarse en la largada, en el intento de recuperar posiciones lo antes posible, acabó en el muro antes de completar el primer giro, en un accidente de similares características al de la clasificación.
A pesar del regalo, su compañero de equipo Lando Norris desperdició una gran oportunidad para acercarse mucho más al australiano, conformándose con una decepcionante séptima posición. La imbatible McLaren abandona la ciudad del mar Caspio vapuleada, como ocurrió en Monza. Este resultado, pese a la diferencia de puntos, añade una cierta intranquilidad al equipo papaya, que ve cómo el equipo de la bebida energética ha recuperado su competitividad. Yuki Tsunoda finalizó sexto, confirmando el regreso de Red Bull.
Max largó con los neumáticos duros, estrategia que se ha demostrado la más competitiva. Max sabía que ni Carlos Sainz, autor de una gran carrera, ni Liam Lawson, también muy competitivo y luchador, serían rivales. Incluso se tomó el lujo de realizar, en el último giro, el tiempo más rápido.
Verstappen recupera la moral de quien hace apenas dos carreras lo daba todo por perdido. Aunque es consciente de la dificultad, si McLaren no recupera la ventaja demostrada hasta Países Bajos, pueden tener algunas dificultades. Max no dará su brazo a torcer hasta que las matemáticas no digan lo contrario.
Singapur se convierte así en una carrera importante: otro golpe sobre la mesa de Verstappen y el renacido RB21, que ahora puede girar más bajo con el consiguiente aumento de la carga aerodinámica, pueden convertir este final del campeonato en una definición a tres bandas.
McLaren no ha podido celebrar el título de constructores que prácticamente todo el mundo pensaba que iba a caer en Bakú. Habrá que ver cómo se recuperan de este golpe inesperado antes de la cita de Singapur.
Después de todo lo visto durante el fin de semana, tanto en F1 como en la F2, con un récord de banderas rojas, la carrera ha sido muy tranquila, con un solo safety car, el provocado en la primera vuelta por Piastri. Aparte del vencedor, los que han obtenido un importante rédito han sido los Mercedes, aprovechando las bajas temperaturas en Bakú. Al segundo lugar de un gran George Russell, enfermo durante todo el fin de semana, hay que añadir la cuarta posición de Andrea Kimi Antonelli.
Con este resultado, Mercedes adelanta a Ferrari en la clasificación de constructores con cuatro puntos de ventaja. Opaca actuación de los italianos, de más a menos, con un pobre octavo lugar para Lewis Hamilton por delante de Charles Leclerc. No sólo hay una inferioridad técnica en el monoplaza italiano, también a nivel organizativo. Incluso realizaron erróneamente la maniobra de ceder la posición por parte del heptacampeón mundial al monegasco.
Señalar el buen rendimiento de los Racing Bulls, con los dos pilotos en el Top-10, y el magnífico y merecido podio de Sainz, una recompensa a la mala suerte que lo ha perseguido durante todo lo que llevamos de campeonato.
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¿Y los Alpine? Pues ninguna sorpresa. En un circuito muy desfavorable a las características del auto francés, Pierre Gasly sólo pudo ser 18º y Franco Colapinto 19º.
A pesar del resultado, el pilarense realizó una muy buena carrera con la herramienta que tenía a disposición, llegando a dos segundos de su compañero de equipo. Esto, teniendo en cuenta el toque con Alexander Albon, que le supuso al anglotailandés 10 segundos de penalización y una pérdida de tiempo importante para Franco. También el hecho de que Colapinto inició la carrera con neumáticos medios, mientras que Gasly lo hizo con duros, demostrándose esta estrategia más competitiva. En condiciones normales y sin el accidente, Franco habría acabado por delante de su compañero de equipo.