El Gran Premio de Mónaco es un signo distintivo de la Fórmula 1. Como lo es Ferrari entre los equipos por su asistencia perfecta desde su creación. “El día que desaparezcan el Gran Premio de Mónaco y Ferrari desaparecerá la Fórmula1”, alertaron años atrás los tradicionalistas para resaltar lo determinante de estas presencias. Son otros tiempos y en la mirada comercial y de show que guía la gente de Liberty Media, la continuidad de la carrera monegasca empezó a estar bajo la lupa por considerar que ya no alcanzaba con el glamour y la tradición para mantenerla en un calendario que cada año tenía más postulantes que aceptaban las nuevas exigencias y aportaban muchos más millones de dólares que lo bajos cánones de Mónaco. Necesitaba ofrecer otras cosas que potenciasen el espectáculo fuera del circuito. Como pese a todo, Mónaco no puede faltar, hubo solución, intervención del Príncipe Alberto mediante, y la carrera quedó confirmada hasta el 2030.
Esto no acabó con los cuestionamientos a Mónaco. Ya en el plano deportivo, renacieron las voces que la objetaban como carrera aburrida, sin sobrepasos, con trámites parecidos a un desfile que a una competencia y cuyo anticipado resultado estaba en las pruebas clasificatorias. Dura verdad reflejada por las estadísticas que marcan que, en los últimos 20 años, 13 de los 20 ganadores partieron desde la pole position. Esta flaqueza de la falta de sobrepasos se agravó en los años recientes con autos más grandes y pesados que complicaban los sobrepasos en las estrechas calles del principado. Nada que ver con aquéllos pequeños y agiles, pero también más peligrosos, de la década del 60. Algo había que hacer para devolverle, aunque sea en parte, el interés a las carreras. Rápida de reflejo lo hizo la Comisión de Fórmula 1 de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) con su decisión de imponer dos paradas obligatorias y la utilización de tres diferentes compuestos de neumático. No es lo ideal, como nunca lo son las soluciones artificiales, pero algo es algo, y como dijo Christian Horner, director deportivo de Red Bull, “le dará otra dinámica a las carreras que se harán más emocionantes…”. Se verá en la práctica. Lo que es concreto es que habrá trabajos y tensiones extras para los equipos. “Mónaco es un Gran Premio genial pero tiene que ofrecer más atracciones en carrera”, opina Lewis Hamilton, feliz con esta modificación de la que se considera el inspirador con una idea que luego tomó la FIA.