Tan evidente como afirmar que hasta ahora los McLaren son los autos a batir, es señalar que Max Verstappen es el mejor piloto del actual plantel de la Fórmula 1. Una situación que lo pone por encima de Lando Norris, supuestamente el indicado por McLaren para pelearle el título mundial.
Frente a esta situación y al repasar los antecedentes de los últimos enfrentamientos entre ambos, vale la reflexión sobre que distinta hubiese sido la campaña de Norris en la Fórmula 1 de no haberse topado en la misma camada con Verstappen. Una coincidencia que obviamente estaba fuera de las intenciones de ambos. Se dio y punto.
Ver que 10 de los 15 segundos puestos obtenidos por Norris estuvieron precedidos por otros tantos triunfos de Verstappen llevan a pensar que sin el escollo del neerlandés, Lando hubiese engordado su palmarés de triunfos y hasta bien podría haber logrado el ansiado título mundial. Vale aclarar que muchos de esos triunfos de Verstappen se dieron en épocas de amplio dominio de los Red Bull.
Desde mediados del año pasado, el privilegio de ser los referentes de la Mundial pasó a McLaren. Esto comenzó a atenuar las diferencias. Al primer Norris-Verstappen que el inglés logró en Miami 2024 se sumaron los obtenidos en Paises Bajoa, Singapur y Australia. El reciente Verstappen-Norris en Japón colocó 10-5 el marcador de cara al inminente Gran Premio de Bahrein.
El análisis de estos datos abre la incógnita sobre si Norris es el rival acertado para disputarle el campeonato a Max. Más allá de las condiciones conductivas, se le recrimina al inglés cierta liviandad ante un voraz Max. También, la falta del instinto asesino de campeón, esa que muchos consideran una condición tan importante como manejar rápido y bien, y que en su momento mostraron Michael Schumacher, Alonso, Hamlton, Vettel, y el propio Verstappen.
«Hay ciertas cosas que no haría y que otros campeones sí han hecho. No tengo tanto instinto asesino como probablemente la mayoría de los pilotos o campeones, porque simplemente no me crié de esa forma«, responde Lando ante las críticas y pedidos de un cambio de actitud.
Es una opinión que cuesta entender, porque tiene esa visión humana que escasea en la Fórmula1. Por eso hay respetarla.