Tras haber sido subcampeón en 2024 Ferrari comenzó el nuevo campeonato con el pie izquierdo: pocos puntos sumados entre ambos pilotos y una doble descalificación en el Gran Premio de China. El problema principal del equipo es la parte trasera del monoplaza, que no logra mantenerse a la altura correcta. Esto provoca un desgaste excesivo en el suelo del coche, llevándolo fuera del reglamento, como le pasó a Lewis Hamilton en el circuito de Shanghái.
Ferrari estaba ilusionado con la posibilidad de lograr algún título esta temporada, motivados por los buenos resultados que arrojaban los simuladores. Sin embargo, en la pista fue otra la historia. Nada salió como se esperaba y los resultados fueron desalentadores. Mientras las escuderías luchan por posiciones, Ferrari pelea contra su propio coche.
El equipo trabajó mucho para presentar un monoplaza competitivo. El SF-25 está basado en el modelo del año pasado, pero con la mayor parte de sus componentes renovados. Fueron meses de esfuerzo en Maranello que, hasta ahora, parecieron quedar en la nada. De todas maneras, esta mejora puede ser el primer paso hacia una mejora definitiva y, con suerte, una de varias que les permita lograr buenos resultados en lo que resta de la temporada.
