La F1 se prepara para una revolución técnica sin precedentes. Nuevas unidades de potencia con una fuerte importancia a la energía eléctrica y con autos que serán más lentos que los actuales. Se habla de 4 segundos cuando se inicie el campeonato en Australia. Pero no es sólo esto lo que preocupa a los pilotos, como a Leclerc y Stroll, que no disimulan su preocupación, sino que acabe siendo una Fórmula más científica que divertida.
Es la importancia de la potencia eléctrica y de la aerodinámica activa lo que preocupa a los pilotos, que han expresado públicamente sus dudas respecto a que los monoplazas 2026 no sean divertidos de conducir, a pesar del cambio radical tanto a nivel de unidad de potencia como a nivel de chasis.
Así lo han expresado en las últimas semanas, tanto Leclerc como Stroll, que han tenido la posibilidad de probar los primeros prototipos en los respectivos simuladores de sus equipos. Evidentemente, son pruebas iniciales y los autos todavía tienen un largo recorrido de desarrollo antes de la primera carrera de 2026, pero la preocupación existe.
Las limitaciones impuestas por la FIA respecto a las unidades de potencia, así como a la aerodinámica, con la supresión del efecto suelo, buscan monoplazas más simples, con menor resistencia al avance, menos carga aerodinámica y conceptos lejos de los que han predominado con el actual reglamento al que le quedan seis meses de vida.
Los monoplazas dirán adiós al efecto suelo, retornando a un fondo plano, con el objetivo de evitar la excesiva sensibilidad del actual fondo y reducir los setups muy rígidos, que nunca han sido objeto del deseo por parte de los pilotos.
Leclerc manifestaba en Austria ante la pregunta de los periodistas: «No es el tipo de monoplaza más divertido que he pilotado, pero reconozco que estamos en el inicio del proyecto».
«Mi esperanza es que el desarrollo en los próximos meses sea positivo. Pero no es un secreto que los F1 del próximo año serán menos agradables de pilotar. Por el momento no soy un gran fan. Aunque es un reto interesante y quiero afrontarlo, ¿ahora si me preguntas si será divertido? No creo».
El ferrarista no es el único que ha expresado sus dudas respecto a los nuevos autos. También Lance Stroll, a pesar del optimismo que reina en Aston Martin con el fichaje de Adrian Newey, no es entusiasta con el nuevo reglamento. «Es un poco triste», han sido sus palabras.
«No sé si estas nuevas reglas entusiasman. Todo es relativo: si tengo un auto rápido, entonces serán fantásticas. Veremos que sucederá. No sé qué están haciendo los otros equipos. Todo dependerá de lo que suceda en Australia, ahora sí, el reglamento me parece triste».
«Pienso que es un error que la F1 este andando en una dirección hacia el eléctrico y que se elimine carga aerodinámica para compensar la potencia de la batería. Sería hermoso ver monoplazas ligeros, ágiles, veloces con tanta carga aerodinámica. En resumen, menos proyectos científicos y simplemente un campeonato de F1».
También se han hecho eco de estas preocupaciones públicamente algunos Team Principals, como es el caso de James Vowles, de Williams. James afirma que «las cosas mejorarán» con el desarrollo. «Los equipos trabajan para conseguir el mejor equilibrio entre la carga aerodinámica y la resistencia al avance».
«Le puedo decir a Charles que los autos están mejorando. Su comentario responde a un periodo de desarrollo muy inicial. Yo no creo que la nueva fórmula sea negativa, simplemente es diferente», añade James.
«Si tú le preguntas a un piloto cuál es su auto ideal, dirá: neumáticos con mucho agarre, poco degradado, motor 12 cilindros aspirado y seguro que será un piloto feliz», ha comentado Toto Wolff.
«Algunos autos han sido divertidos de pilotar, algún tipo de neumático también, otros autos menos. Al final tienes que acostumbrarte».
Es evidente que los pilotos tendrán que cambiar el estilo de pilotaje y veremos en qué grado este cambio será más o menos satisfactorio. Lo empezaremos a averiguar en pocos meses. Por si acaso, la FIA por voz de su presidente Ben Sulayem, ha sacado a colación, nuevamente, la posibilidad del retorno del motor aspirado con gasolinas sostenibles y un pequeño KERS para 2029. Esta vez ha hablado, no de un V10, sino de un V8. Honda, rápidamente ya ha contestado que no le interesa, pero la respuesta definitiva la dará la pista, cuando los nuevos monoplazas empiecen a rodar. Nos esperan meses muy interesantes.