LECLERC DICE QUE ES UN PASAJERO DE SU FERRARI

El monegasco no esconde sus quejas sobre el pobre rendimiento de su auto, que lo ha alejado de la pretensión de luchar por las carreras y el campeonato. Una tensa situación que no excluye a su compañero Lewis Hamilton y que impulsa a una reunión de urgencia de la plana mayor de Ferrari, encabezada por su presidente John Elkann.

No es un buen momento de Ferrari en el Campeonato Mundial de Fórmula 1. Sus opacas actuaciones ya forman parte de una rutina de la temporada, que obviamente lejos está de responder a las grandes expectativas creadas al comienzo del campeonato y respaldadas por una jerarquizada y costosa formación de pilotos como la que integran Lewis Hamilton y Charles Leclerc.

El sexto lugar de Leclerc y el octavo de Hamilton en Singapur sumaron nuevas penurias a la pobre campaña de Ferrari, que ya en Monza y Bakú habían tenido distintos problemas, tanto mecánicos como de logística. Uno de los más serios fueron los problemas de frenos, que complicaron a Hamilton e incluso motivaron un incidente con Fernando Alonso.

En Singapur, Leclerc se vio obligado a utilizar el «lift and coast», una particular técnica que consiste en acelerar unos metros antes del lugar ideal y dejar que el coche baje la velocidad, para de esta manera ahorrar combustible y cuidar los frenos. No fue del agrado del monegasco, que se lo hizo saber al equipo en plena carrera. Ya terminado el Gran Premio, llegaron las quejas con particulares revelaciones

«Desde la vuelta 8, básicamente traté de controlar los frenos, pero creo que estábamos en la peor situación. Esto hizo todo extremadamente difícil y por eso nuestra carrera resultó muy complicada», largó Leclerc antes de revelar que «uno siempre quiere luchar por los puestos de punta, pero por el momento parece que Lewis y yo somos pasajeros del coche y no podemos hacer mucho para revertir la situación», como definición del andar de la Ferrari SF-25, que Leclerc considera «subvirante, brusca e impredecible.»

Según la visión del monegasco, el futuro no parece muy promisorio. «Igual no creo que los frenos sean el gran problema de esta Ferrari. Desafortunadamente no tenemos el auto para luchar con los de adelante. McLaren mantiene la misma ventaja de principio de año, Red Bull dio un paso adelante desde Monza y Mercedes Benz, como se vio en Singapur, ya tiene el mismo nivel ganador que ambos», analiza Leclerc, quien enfrenta la situación con un renovado ánimo.

«Todo esto no me desmotiva, por el contrario, me motiva más para intentar revertir la situación», anuncia Leclerc. Queda por saber ¿hasta cuándo durará su optimismo?

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