A veces, la Fórmula 1 da una segunda oportunidad. Liam Lawson es, por el momento, uno de esos escasos afortunados con esta primavera deportiva que está viviendo en su retorno a Red Bull tras el duro “invierno” sufrido en el par de carreras iniciales sobre el Red Bull como compañero de Max Verstappen, que motivaron su exilio y posterior regreso a Racing Bulls.
El octavo puesto en el reciente Gran Premio de Austria cerró una serie de tres clasificaciones de Lawson en el Top Ten en las últimas cuatro carreras del Mundial. Resultados que se contraponen con la pobre cosecha en ese mismo tramo de su compañero Isack Hadjar (no terminó entre los diez primeros) y que le permitieron trepar en el campeonato hasta el 15° lugar, a un par de posiciones y puntos (20 contra 22) del francés. Y resultados que marcan un gran avance respecto de la parte inicial de la temporada, donde lo mejor que hizo el neozelandés fue llegar decimosegundo.
“Es duro encadenar buenos resultados en la Fórmula 1, pero últimamente las cosas me han ido bien”, reconoce Lawson, quien no olvida lo pasado en el comienzo y señala que “ha sido un año difícil”. A la hora de marcar la diferencia entre su flojo inicio y este auspicioso presente, Liam indica: “Honestamente, no ha habido grandes cambios, sólo algunos pequeños ajustes en el auto y algunos detalles en mi caso que me han permitido sentirme más cómodo y confiado…”. Un tácito reconocimiento de lo incómodo que se sintió en el par de carreras en Red Bull con un auto hecho para Verstappen. “Me usaron para experimentar”, critica.
Consciente de que en la Fórmula 1 todo es pasajero y de que los malos momentos pueden regresar, Lawson no se queda con este buen presente y quiere mantener este nivel. “Tres buenas actuaciones en 12 Grandes Premios no son suficientes en la Fórmula 1 para asegurar una continuidad. Por eso, tengo que seguir en esta línea ascendente y después ver lo que pasa”, es su análisis, que de cara al futuro deja abierta la puerta sobre su permanencia en la categoría y en el equipo Racing Bulls.
Como bien dice Lawson, habrá que ver qué pasa en las carreras que cerrarán la temporada. Repetir esta buena serie puede consolidar su permanencia, aunque siempre persisten las dudas que rodean a quienes, como Liam, pertenecen a la estructura de Red Bull. Una estructura donde ronda amenazante la ascendente figura de Arvid Lindblad. Este británico-sueco, de 18 años, ya probó un Fórmula 1 y es un candidato que suena fuerte para llegar a Racing Bulls como primera escala rumbo al destino final en Red Bull.
Se entiende por qué Lawson no se confía.