El Gran Premio de las Vegas es una carrera especial dentro de la agenda de Fórmula 1. Por su marco glamuroso y de alta exposición mediática, más que deportiva, hay quienes no la ven con buenos ojos y no se disgustaron si quedase fuera del calendario.
Lejos de estas voces e intenciones, los organizadores de la carrera en la denominada Ciudad del Pecado, trabajan para su continuidad. Y, a la hora del pedido, no se van con chiquitajes. Apuntan a conseguir extensiones del actual contrato vigentes por cinco y hasta diez años.
«Cuanto más extenso sea el contrato que podamos conseguir, más podremos invertir en infraestructura para facilitarle todo a la gente de la ciudad», explica Emily Prazer, director del Gran Premio de Las Vegas, como justificación a las obras realizadas para adecuar la ciudad a las exigencias de la visita de la Fórmula1. Obras que motivaron quejas y protestas de muchos vecinos.
«Comprendemos las molestias, y por eso desde el principio, nuestro desafío fue no aceptar un contrato a corto plazo , porque sabíamos que iba dificultar las inversiones para esas obras», argumenta Prazer, quien anuncia que las autoridades locales esperan la presencia de 100.000 espectadores.
«Si lo que se busca es una estrategia de marketing para atraer al turismo internacional, la carrera de Fórmula 1 es una excelente herramienta para ayudar a conseguir ese objetivo», señala Prazer sobre un objetivo que la ciudad necesita. Según recientes informes, Las Vegas recibió, a esta altura del año, 2.500.000 visitantes menos que en 2024, con una caída del 13% en los vuelos internacionales
Frente a estos datos, los organizadores del Gran Premio muestran su visión optimista al revelar que la venta de entradas está en aumento, e incluso hay sectores que ya están agotadas, y que las demandas en hoteles y servicios son superiores a las registradas en años anteriores, aunque reconocen que ese interés está impulsado por el mayor conocimiento que los estadounidenses tienen de la Fórmula 1 gracias a Netflix. Quién lo hubiese imaginado.





