Mohammed Ben Sulayem, busca modernizar y lograr que haya más equidad al momento de aplicar sanciones, adaptándose a los diferentes campeonatos del automovilismo actual.
Uno de los cambios es la reducción del 50 % en la multa máxima base, que pasa de 10.000 a 5.000 euros. Además, los comisarios podrán suspender completamente ciertas sanciones, siempre y cuando se trate de una primera infracción.
Otro punto es el reconocimiento de la diferencia entre entornos «controlados», como conferencias de prensa, y «no controlados», como declaraciones espontáneas en pista o durante un rally. Esta distinción permitirá aplicar sanciones con mayor criterio, un aspecto sensible en la F1.
El abuso hacia oficiales ya no se castigará con multas, sino con sanciones deportivas. Los comisarios seguirán teniendo la autoridad suprema para determinar las sanciones según cada caso.
Ante estos abusos, las penalizaciones serán las siguientes: Si un piloto comete una falta durante la competencia (excepto en carrera o Sprint), recibirá al menos tres posiciones de penalización en parrilla. Si el infractor es un miembro del equipo, la sanción mínima será de tres posiciones para cada uno de los pilotos. En el caso de una infracción durante una carrera o Sprint, la penalización mínima será de cinco segundos. Las penalizaciones aplican para F1, F2, F3 y Formula E.