KIMI RAIKKONEN, CAMPEÓN MUNDIAL CON SU EQUIPO DE MOTOCROSS

Desde el lugar de director deportivo asumido tras su retiro de la Fórmula 1, el rubio finés sumó un nuevo éxito a su campaña gracias al título obtenido por el francés Romain Febvre.

La velocidad y la competencia es algo que mayoritariamente acompaña a los pilotos más allá del momento que deciden colgar el casco. Por eso, muchos consiguen prolongar lo máximo posible sus campañas. Un caso bien presente en la actual Fórmula 1 es Fernando Alonso, quien a los 44 años sigue dando batalla con el Aston Martin y mantiene la ilusión de la llegada de su ansiada victoria número 33, que por lo visto se está demorando más de lo imaginado por el piloto español.

Hay distintos casos de elecciones de sus actividades post-retiro en otros pilotos que se destacaron en la Fórmula 1, pero ya cortaron toda ligazón con el papel de conducción en competencia. Están quienes crearon su propio equipo, como fue el caso de Alain Prost aunque sin el mismo éxito que tuvo como piloto; otros que se dedicaron a representar pilotos, como ocurre con Mark Webber, director de la campaña deportiva de Oscar Piastri; y aquellos que tomaron el papel de embajadores de una marca. Ah, y no faltan casos de quienes se han convertido en comentaristas televisivos. La cuestión es seguir en el ambiente.

Kimi Raikkonen fue un personaje especial en la Fórmula 1. Dueño de un gran talento conductivo y también de una personalidad que, a pesar de sus pocas palabras y frialdad. (lo llaman Hombre de Hielo), muchas veces rompió con sus acciones y declaraciones los moldes de una Fórmula 1 cada vez más estructurada. Por eso existía la curiosidad de saber qué sería de su vida, luego que en 2022 le dijo adiós a las carreras tras 349 Grandes Premios, con 21 triunfos, 18 poles y el título mundial obtenido en 2007 con Ferrari, uno de los cinco equipos en los que corrió. Los otros fueron Sauber, McLaren, Lotus y Alfa Romeo.

Consecuente con origen finlandés y esa desprejuiciada forma de ser, Kimi optó por el motocross como nuevo y trabajo. Era una especialidad que lo atrapaba mucho, al punto de correr algunas carreras de incógnito en momentos que las tenía prohibidas por su contrato con los equipos de Fórmula 1. Ya más maduro, se dio cuenta que con 43 años no estaba para el pilotaje de motocross, que exige tantos esfuerzos físicos, y que lo mejor era dirigir todo desde los boxes. Para eso creó su propio equipo, le puso el nombre de Kawasaki Racing Team (KART) y comenzó a trabajar apuntando al máximo nivel, en este caso el Campeonato Mundial de Motocross en su versión de la categoría mayor.

En su segunda temporada, Kimi tuvo su primera gran satisfacción con el motocross. Fue en la fecha final en Australia y se la dio el piloto de su equipo, el francés Romain Febvre, con la conquista del título mundial, que aseguró con su cuarto puesto en la competencia. Una coronación que tuvo menos suspenso que la que, casi 18 años atrás, logró Raikkonen al superar con su Ferrari a los McLaren de Fernando Alonso y un por entonces novel Lewis Hamilton.

«Por mi experiencia, sé lo que se siente en este momento tan especial, por eso disfrutalo…», arengó Raikkonen a Febvre. Conociéndolo a Kimi, ese festejo no fue con agua mineral…

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