La F1 llega a Austin en pleno duelo por el campeonato entre los pilotos de McLaren, la remontada de Verstappen y el buen momento de Mercedes. Todo ello promete que podemos ser testigos de una gran carrera, con factores añadidos, como puede ser el calor que se espera este fin de semana en el circuito. Calor que ha vuelto a encender el debate sobre el equipo de enfriamiento que estrenaron los pilotos en Singapur y que no ha sido bien recibido por todos los pilotos. Obviamente, las altas temperaturas no sólo afectarán a los pilotos, también a las máquinas y los neumáticos, en un circuito ya de por sí duro para los compuestos. Pirelli trae a Austin los neumáticos más duros, con un salto del C1 y el C3, para intentar diversificar estrategias.
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A todo esto, tendremos carrera sprint, lo que añadirá más incertidumbre a lo que pueda suceder. Con sólo una sesión de entrenamientos libres, los equipos tendrán que haber hecho un buen trabajo en fábrica, en los simuladores, para intentar acertar con los reglajes correctos desde el primer momento que los autos pisen el asfalto tejano.
La lucha se centrará en los pilotos papaya y en la gestión de las «papaya rules» por parte del muro McLaren. El aliento de Max, aunque todavía lejos, se empieza a sentir en la nuca de Norris y Piastri. No pueden cometer errores, y en un fin de semana con carrera sprint, el error es más fácil de cometer.
En casa Red Bull lo tiene muy claro, van a pelear hasta el final, incluso sacrificando el desarrollo del RB22 de 2026. Así lo manifestó, hace unas pocas fechas, Laurent Mekies, que con tan buen pie se ha hecho cargo del equipo de las bebidas energéticas. No son buenas noticias para McLaren.
No hay que olvidar que Red Bull está luchando por el segundo lugar en el mundial de constructores. Precisamente, su gran rival en este momento es el renacido Mercedes, equipo que además pude hacer de árbitro en este final de campeonato, robando puntos a los McLaren o al mismísimo Max Verstappen. Todo ello con una Ferrari que, a menos de un milagro en el ninguno cree, pueda mantenerse en la lucha por el subcampeonato de marcas.
Se respira un ambiente muy crispado el Maranello. Además del fallido proyecto SF-25, se ha añadido, la semana pasada, el rumor del cambio de Vasseur por Horner, según una web alemana, F1 Insider, que ha añadido más leña al fuego.
De momento parece ser un rumor sin fundamento, pero seguro que será motivo de conversaciones en el paddock de Austin.
Mercedes finalmente ha oficializado la renovación de Russell. Se habla de un contrato a dos años, pero con una cláusula de salida al final de la próxima temporada. Este acuerdo sería beneficioso para las dos partes: si el próximo W17 no fuera competitivo, Russell estaría libre de dar una ojeada al mercado, y, por parte de Toto Wolff, podría seguir poniendo el ojo sobre su objeto del deseo, Max Verstappen.
Con este movimiento de Mercedes, por otro parte esperado, sólo faltaría, para cerrar las butacas para el 2026, el juego de sillas en Red Bull y Racing Bulls. Aunque aquí todo queda en casa, y la segunda butaca en Alpine. Un fin de semana consistente, como los últimos a los que nos está acostumbrando Franco Colapinto, sería un paso más para conseguir esta soñada renovación para ser piloto oficial de Alpine en el 2026.
Señalar, como curiosidad, que será un poco más difícil reconocer a los autos por TV este fin de semana. Hasta seis equipos se han apuntado a la moda que, según qué GP, cambian la decoración de sus autos. En este caso, veremos nuevas decoraciones en: Alpine, Haas, Williams, McLaren, Racing Bulls y Aston Martin.
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