En 20 vueltas las esperanzas de los de Maranello se esfumaron. Primero en la 9 con el abandono por parte de Carlos Sainz, mientras que en el giro 21 fue Charles Leclerc quien debió ir a boxes cuando su motor dijo basta.
Una vez que lograron identificar los problemas, Ferrari informó cuáles habían sido: el madrileño sufrió un inconveniente hidráulico en uno de sus componentes, el cual fue solucionado a corto plazo y se trabajará para corregirlo a largo plazo una vez finalizado el GP en Montreal.
PostBaku update: Charles’ engine arrives at the factory tomorrow, an initial assessment should be completed by the evening.Hydraulic components from Carlos’ car have already been examined. A short-term fix is in place for Canada, while work is on-going on mid/long-term solutions. pic.twitter.com/AU33P7PK2i
— Scuderia Ferrari (@ScuderiaFerrari) June 14, 2022
En el caso del monegasco la situación es algo más compleja y será difícil dejar en un punto ideal su F1-75. El estado de la unidad de potencia de quien ya ganó en dos oportunidades este año es incierto y fue enviado a la base en Maranello, donde recién por la noche podrán tener las primeras certezas, dejando poco tiempo para repararlo y enviarlo a Canadá.
Esto abre la puerta a que deban colocar un nuevo motor en su monoplaza, a la vez que quedarán dudas de qué componentes podrán ser reutilizados en la temporada. De esta manera se completaría el ciclo de vida de algunas piezas limitadas en cantidad a lo largo del año, por lo que de repetir esta situación podrían recibir sanciones al volver a remplazarlas.
La situación de Ferrari de cara al Gran Premio de Canadá es compleja, llegando al Circuit Gilles-Villeneuve con más dudas que certezas. El impulsor de Leclerc casi sin rodaje y los componentes hidráulicos reutilizados de Sainz pondrán a prueba la fiabilidad y el trabajo de los italianos, sumado a su capacidad de recuperación tras el duro revés sufrido en la capital azerbaiyana.