Según reveló la prensa italiana, el sábado por la noche, tras unas calificaciones humillantes, Frédéric Vasseur protagonizó un enfrentamiento verbal de rara intensidad con Matteo Togninalli, su ingeniero jefe de pista y figura clave en Maranello desde hace más de una década. No fue un simple arrebato: fue la punta del iceberg de un malestar que lleva semanas fermentando. La frustración del director francés por los resultados mediocres chocó con el resentimiento creciente del equipo técnico, especialmente tras las críticas públicas de Charles Leclerc, quien calificó su monoplaza como «extremadamente difícil de pilotar». En los pasillos de la fábrica, esas palabras fueron interpretadas como una traición a la unidad en un momento crítico.
Leclerc, el alma de la Scuderia durante años, ya no esconde su desesperanza. Fuentes cercanas al monegasco aseguran que, aunque su contrato se extiende hasta finales de 2026, su paciencia ha alcanzado un punto de no retorno. «El corazón deberá dejar paso a la razón», confesó a su entorno, una frase que suena a adiós si el proyecto 2026, con el nuevo reglamento técnico, no demuestra una ambición ganadora. Y es que, pese a los éxitos en la Fórmula E y en la WEC con la 499P, en Fórmula 1, Ferrari sigue sin cumplir su promesa más sagrada: ganar títulos.
La situación ha alarmado hasta a la cúpula corporativa. John Elkann, presidente y accionista mayoritario, y Benedetto Vigna, CEO de Ferrari, rompieron su silencio en el reciente Capital Markets Day. «Nuestro objetivo era ganar carreras. Debemos mejorar», admitió Vigna con una franqueza inusual. Elkann, por su parte, apeló a la pasión y al legado, pero sus palabras sonaron más como un acto de fe que como un plan concreto.
Estas declaraciones, con un claro trasfondo de ansiedad, surgen tras especulaciones sobre el posible reemplazo del director del equipo, Frédéric Vasseur, a pesar de su reciente renovación. Trascendió que Elkann estaría considerando al recién salido Christian Horner, exjefe de Red Bull, como sucesor. Sin embargo, esta posible contratación podría cerrarle las puertas a Max Verstappen, con quien Horner tuvo un conflicto reciente. El periodista Ralf Bach sugiere que Ferrari busca un cambio drástico para recuperar competitividad, aunque ello implique riesgos estratégicos.
Hamilton no fue una solución deportiva. Error en ese ámbito. Ahora, un cambio de caballo en medio del río, ahogamiento asegurado. Muy Ferrari, mucha ansiedad.