“Era mi día…”, repetía Nico Hulkenberg en ese mar de alegrías que era el box del equipo Sauber al término del Gran Premio de Gran Bretaña. Sin dudas este 6 de julio de 2025 era “el día” que este alemán de 37 años esperaba desde aquel lejano debut en Bahrein en marzo de 2010. El día, de su primer podio, ese que pareció que nunca llegaría porque llegar a las 239 carreras en el Campeonato Mundial, sin ese privilegio parece marcar un inevitable destino de frustración.
Hulkenberg quebró ese destino con una actuación que con su partida desde el 19° lugar y su llegada en el tercer puesto, fue “una obra maestra” según la calificó su director deportivo Jonathan Wheatley, el mismo que reconoció a que “este era el podio más esperado en la Fórmula 1”.
Debe ser cierto porque sin el aura de las grandes estrellas, Nico es un tipo querible, porque como casi ninguno en el ambiente de la Fórmula 1 entrega una imagen familiar junto a su esposa Egle y su pequeña hija. Un tipo deportivamente siempre bien dispuesto como lo estuvo en la época del coronavirus cuando fue llamado para subirse a un Force India para remplazar a Sergio Pérez y a un Aston Martin para cubrir la ausencia de Lance Stroll. Cumplió y esto le sirvió para nuevas convocatorias.
“Este podio tendría que haber llegado diez años antes”, señaló Jenson Button, campeón mundial 2009, actual comentarista de televisión y exrival de Hulkenberg. También es cierto, pero en esa década pasaron cosas que fueron alejando al alemán de un protagonismo que insinuó con aquella sorpresiva pole con Williams en Brasil 2010. A fin de año perdió su lugar ante el maletín de dólares que trajo el venezolano Pastor Maldonado.
En esos años, pasaron más cosas decepcionantes que buenas y entre las satisfacciones, Nico disfrutó de su victoria en 2021 en las 24 Horas de Le Mans. Hasta ahora es la última de un piloto que en la misma temporada compite en la Fórmula 1 y la legendaria carrera francesa. “Hay vida después de la Fórmula 1”, declaró sobre el significado personal y profesional de aquel triunfo en la clásica competencia francesa.
Mientras tanto, en ese largo tiempo de espera, Nico vio opacada su figura en su Alemania natal por las consagraciones mundialistas de sus compatriotas Sebastian Vettel y Nico Rosberg. Igual hubo quienes lo reconocieron como el excampeón de Fórmula 2 y rival de Hulkenberg, el italiano Davide Valsecchi quien consideró que “Hulkenberg era mejor piloto que Vettel, sólo le faltó estar en los mejores equipos y un poco de suerte…”
Muchos recordaron esta sentencia de Valsecchi luego de este tercer puesto en Silverstone en una carrera caótica, exigente como pocas. Ahí como nunca, respondió Hulkenberg hasta el final controlando a Lewis Hamilton y cortándole al británico en su casa la racha de 12 podios consecutivos en la carrera de Silverstone. Nico también cortó su racha, más prolongada y negativa de 238 carreras sin subir al podio.
Por fin, en su Gran Premio 239, le llegó el día tan esperado a Nico Hulkenberg que ya no tendrá que buscar en esa pole de Brasil 2010 su mejor resultado de la Fórmula 1. Tampoco será mirado con cierto desdén cuando se hable del piloto con más carreras sin un podio. De esto ahora se tiene que hacer cargo su compatriota Adrian Sutil, con sus 128 Grandes Premios sin podios. Retirado en el 2009, a diferencia de Hulkenberg ya no tendrá chance de revancha.