ARGENTINA ARRANCÓ EL MUNDIAL SIN GRAN PREMIO, PERO CON FANGIO

El quíntuple fue el único representante argentino y sudamericano en la carrera de Silverstone que hace 75 años inauguró el Campeonato Mundial de Fórmula 1. Por no tener autódromo no estuvo en el calendario hasta 1953.

Argentina vivía un romance a pleno con la Fórmula 1 cuando hace 75 años se creó el Campeonato Mundial. Las temporadas internacionales de fines de la década del 40′ en el circuito callejero de Retiro y en los Bosques de Palermo atrajeron a los principales pilotos europeos y también potenciaron la participación de los destacados corredores locales. Además, tuvieron concurrencias multitudinarias. Con Europa reconstruyéndose de las terribles secuelas de muerte y destrucción ocasionadas por la Segunda Guerra Mundial y despertando a la actividad automovilística, esta excursión sudamericana constituyó una interesante alternativa para los últimos y primeros meses de la temporada.

Con estos antecedentes y la destacada participación de Juan Manuel Fangio en sus inicios europeos y la victoria de Oscar Gálvez en Palermo, Argentina tenía argumentos de sobra para integrar el calendario del primer campeonato mundial como fecha sudamericana. Este era el deseo de las autoridades de la Federación Internacional de Automovilismo. Lamentablemente, quedó en intenciones por la falta de un autódromo, requisito indispensable por entonces y solicitado por el organismo rector con el fin de darle mayor entidad al campeonato. Las 500 Millas de Indianápolis ocuparon su lugar, pero sólo para que el torneo no fuese monopolizado por Europa y respetar su condición de mundial. Nunca despertaron el interés por parte de los pilotos y equipos europeos, y salvo una aislada y poco feliz (abandonó) incursión de Alberto Ascari en 1952 le dieron la espalda hasta su desaparición del calendario en 1960.

Por entonces, Argentina ya tenía su autódromo. Se había inaugurado en 1952, luego que en una visita a la Casa de Gobierno, Fangio y Froilán González respondieron con un coincidente “Un autódromo” a la pregunta del entonces presidentes Juan Domingo Perón sobre lo que se necesitaba para tener un Gran Premio. Rápidamente se puso manos a la obra sobre unos terrenos en la zona de Lugano. En 1952 se inauguró y al año siguiente se corrió por fin el primer Gran Premio. Con muchas renovaciones en su estructura y cambios de su nombre, según los vaivenes políticos del país, es el actual Oscar y Juan Gálvez, transitado por la Fórmula 1 en tres etapas (1953-1960; 1972-1981 y 1995-1998) en las que se divide su intermitente presencia en el calendario.

 

A falta de un Gran Premio en la primera agenda del Mundial, hubo un piloto argentino en ese Gran Premio de Gran Bretaña, que un 13 de mayo de 1950 puso en marcha la historia del campeonato más importante del automovilismo. Fue Juan Manuel Fangio, integrante con Giuseppe Farina y Luigi Fagioli, del famoso equipo de las tres FA que formó Alfa Romeo, la marca dominante en aquellos años. El abandono por una pérdida de aceite no opacó la buena impresión causada por el Chueco tras puntear varias vueltas. Fue la confirmación de ese talento que lo convirtió en una de las grandes figuras de la historia del Mundial.

A 75 años de aquel día, Argentina vive una situación similar con diferentes circunstancias. No tiene un Gran Premio, pero con el retorno de Franco Colapinto recuperó presencia entre los pilotos. Ojalá se mantenga y que, como ocurrió en el pasado, en poco tiempo también vuelva el Gran Premio. El vigente romance de Argentina con la Fórmula 1 lo merece.